El poder de la perseverancia
En este episodio te presentamos el sexto capítulo de las conductas y secretos del éxito financiero y laboral: El poder de la perseverancia.
Recuerda que estas habilidades conductuales propuesta de la Axiología formal desarrollada por Robert S. Hartman ayuda a revelar nuestras tendencias de comportamientos; y los secretos del éxito, nombre los artículos del blog, es fruto del análisis personal que he extraído de algunos autores de libros qué mencioné en el primer capítulo de esta serie en nuestro blog.
El empuje, característica de la perseverancia, desde mi punto de vista, es esa incansable ejecución y disciplina cuando debemos terminar lo que empezamos, no desistir, no dejar las cosas a medias. Asegúrate que lleguen a buen puerto todas tus asignaciones. Así mismo, creo que es el arte de convencer y vender ideas al interior de nuestras empresas, pues esa característica, hará que posiblemente nuevas ideas, nuevos proyectos, cobren vida. Empuje también lo veo como la habilidad de motivar al equipo a que juntos logren o terminen el proyecto o tareas en común, ya sea que sean tus pares o sea gente que dependa de ti.
En el caso de nuestros lectores emprendedores, tener empuje, es esa capacidad, habilidad y característica ir por el plan, meta al hacer un nuevo negocio. Es la capacidad de saber sobreponerse cuando enfrentemos retos u obstáculos en los emprendimientos, aprender rápido y corregir el rumbo de manera resiliente. Los obstáculos, son esas pruebas diseñadas para determinar qué tanto queremos lograr las recompensas de nuestra ambición, plan personal definido o emprendimientos.
Por su parte, resiliencia y constancia, son 2 fortalezas conductuales que debemos aprender a dominar. Estas, son grandes habilidades que los empleadores valoran en la gente que invitan a trabajar, ya que siempre habrá retos que resolver en el trabajo. Esa capacidad para resolver implicará siempre, tener a su vez, la capacidad de analizar, discernir, decidir, planear y actuar. En la vida laboral, no se trata de esperar y desear, sino de hacer y ejecutar.
El éxito no viene de lo que hagas ocasionalmente, sino llegará por lo que hagas de manera consistente como un hábito. Para ello, es necesario creo yo, deshacerte de tus temores, y tomar control de tu vida en todo. Toma la decisión, toma la responsabilidad.
Solo hay dos opciones, o lo haces ahora o lo lamentarás para siempre. El miedo puede ser temporal, pero podrías lamentarte para siempre si no haces eso que con tanto anhelo has imaginado, solo decídete y lánzate. No sabrás si el agua está fría hasta que te metes en ella.
Finalmente, para terminar este breve capítulo, me despido ahora con esta frase:
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