El poder de la caridad
Con gusto, llegando al final de esta primera serie de artículos de nuestro blog, entramos al capítulo que habla sobre el poder de la caridad. Una conducta, herramienta o valor bien apreciado y que, en pocas palabras, describe a gente buena. Coloquialmente hablamos y decimos, esta persona es de verdad buena, esta persona es muy caritativa. Decimos eso cuando vemos total franqueza y práctica de ayuda al prójimo en todo momento y circunstancia, desinteresadamente sin duda. Decimos eso cuando vemos acciones de benevolencia o generosidad de cualquier tipo y magnitud con alguien o causa alguna.
Ser caritativo desde mi punto de vista es ser generoso no necesariamente en temas económicos otorgando dadivas, donaciones, sino también con tiempo personal, tiempo de calidad con quién lo necesita, eso creo también es caridad, donde la empatía se hace presente como un ingrediente catalizador. Nada fácil sin duda. No todos somos caritativos y me pregunto si es algo que podemos construir o ser con intención caritativos o es una conducta con la que se nace. Dicho de otra manera, ¿una persona caritativa nace o se hace. ¿Será que la vida te lleva a serlo?, ¿será que la misma edad y experiencias te llevan a ser caritativo, amable y respetuoso con las personas?.
En términos laborales, describiré lo que, desde mi entender, cómo el ser caritativo ayuda como una competencia a una persona o colaborador.
En algún momento en el tiempo, todos empezamos con nuestro primer trabajo. ¿Recuerdas ese primer día de trabajo cuándo alguien te dio la oportunidad de empezar a ejercer lo que estudiaste, o simplemente te dio la oportunidad de un empleo? Es un hecho que en la vida real se aprenden cosas diferentes a lo que hayas aprendido previamente. Es verdad que no lo sabemos todo. Imagina por un instante ese reto laboral que se te presentó y buscaste resolver de alguna manera y tenías miedo o pánico por desconocimiento temporal y hubo un compañero de trabajo o incluso tu jefe o supervisor que vio en ti esa necesidad de dirigirte y apoyarte un poco y así enseñarte y que lograras tu objetivo. ¿Eso es ser caritativo? Sin duda lo es creo yo. Fue un apoyo desinteresado, por el gusto de apoyar o ayudar. Fue empático contigo y dejó a un lado todo tipo de soberbia o ego mismo y solo por el gusto de apoyarte, se empatizó contigo, simplemente fue amable contigo y te ayudó.
Las personas caritativas, tienen la característica de ser poco egoístas y desinteresados por ayudar siempre a quién lo necesita sin distinción y sin esperar a cambio compensación o retribución alguna.
Cuando entramos en el mundo laboral, ya sea por primera vez o tengas simplemente un cambio de trabajo, uno se tiene que crear su marca personal y estoy seguro que la imagen que te quieres crear en poco tiempo, es de una persona que ayuda, colabora, que está dispuesta a dar en pro del bien común, del bien colectivo. Esa persona sabe que, para recibir, hay que dar. Es tomar acción en un grupo, es ser consciente que eres parte del todo, y para que funcione, tienes que aportar y por ende, de verdad, todo regresa.
Lo que sea que te pase en la vida, es el resultado de lo que tu mismo aportas, recibes lo que tu mismo das. Sin darnos cuenta, todos recibimos de regreso pequeños detalles/situaciones/acciones de esa buena vibra, de las buenas acciones e intenciones del pasado. Estamos en un sistema vivo e interconectado, y sin duda, experimentamos el que, a toda acción, existirá una reacción.
Me pongo a pensar más y creo yo que es cuestión de actitud. Empecemos a practicar por dar gracias de todos nuestros días y no demos por sentado que tenemos la fortuna de levantamos, podemos ver, podemos saludar a nuestros seres queridos, tienes un techo dónde dormir, tienes ropa que ponerte, tienes un dispositivo para leer este mensaje. En fin, ¿por qué no ser con intención más caritativo o al menos proyectar buena vibra? Esto hará solamente que conectes con otras vibraciones de la misma frecuencia y se podría generar un entorno de empatía, apertura y caridad. La vida nos regresa simplemente lo que consistentemente damos, es un espejo de lo que tú mismo proyectas.
En conclusión, si eres una persona que tiende a comportarse con las personas de manera amable y respetuosa, hará en mayor medida y proporción, que tu entorno, sea un entorno virtuoso donde puedan coexistir la caridad, el apoyo, la empatía, la comprensión, el trabajo en equipo, la riqueza colectiva de que juntos un equipo, pueden lograr más y mejores cosas en pro del bien común.
Para terminar este breve capítulo, me despido ahora con esta frase que leí de Robert Kiyosaki en libros de él que dice: “en la escuela primero te dan las lecciones y luego vienen las pruebas, pero en la vida, primero vienen las pruebas y luego las lecciones”.
Deseo de todo corazón, que aprendas de manera anticipada esas lecciones de personas que respetas, que admiras, de libros que leas para que podamos incorporar en nuestra vida, esa habilidad de ser una persona caritativa integral, tener la habilidad de ser un miembro de equipo, de poder ayudarse de manera desinteresada entre todos para que juntos, sean mejores en lo que hacen; por ende, si creo que el ser caritativo y desinteresado, se puede aprender a ser, solo hay que practicarlo.
Autor:
Alberto Ochoa
CEO de Joblab
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