El poder de la regulación de los gastos

En este episodio te presentamos el séptimo capítulo de las conductas y secretos del éxito financiero y laboral:  El poder de la regulación de los gastos.

Dicen varios autores que no es cuestión de cuánto ganas sino de cuánto ahorras. No tener la capacidad de prevenir problemas personales por no saberse administrar, ha sido cuestión de problemas serios en las familias. No en vano dice el refrán: “Cuando el hambre o escasez entran por la puerta, el amor sale por la ventana”.

Posiblemente fuiste de los que escucharon en casa, que debes estudiar, encontrar un buen trabajo, ahorrar. Esto lo encontramos en el libro “Padre rico, padre pobre” de Robert Kiyosaki un gran empresario, inversor, escritor y conferencista.  La postura de este autor va en la línea de trabajar e invertir por decirlo de manera sencilla y sin entrar en los detalles de su libro. Invertir, no es un lujo, es una necesidad básica que deberíamos todos aprender a una edad más temprana, ponerlo en práctica y no tener que recapacitar en tus hábitos financieros, tras alguna mala experiencia por haberte puesto tú ahí mismo. Si todos aplicáramos más estas enseñanzas, si todos fuéramos formados desde la educación básica con educación financiera y en esta línea de pensamiento, creo inclusive podría haber más emprendimientos en México, menos pobreza percibida.

Por otra parte, están las reglas del oro perfectamente bien ilustradas en el libro el “El hombre más rico de Babilonia” escrito por George S. Clason donde narra y explica las reglas básicas de la economía surgidas en la antigua Babilonia, y que todavía hoy en día son reconocidas y aplicadas por miles de especialistas. Este autor ilustra en este libro, las reglas que llevan al éxito económico a través de un lenguaje de verdad sencillo, ameno, si no lo has leído, te lo recomiendo. 

La primera regla dice que el oro llega fácilmente en grandes cantidades importantes al hombre quien reserva no menos de una décima parte en previsión para su futuro. En pocas palabras, la recomendación y regla de oro, es al menos ahorrar siempre el 10% de tus ingresos. Separarlos de tus ingresos para juntar ese dinero para ponerlo en dónde empiece a generar rendimientos/intereses. Probablemente tengas que juntar primero una cierta cantidad, y luego destinarlo en dónde empiece a trabajar el dinero para ti.

La segunda regla dice, que el oro trabaja con diligencia y de forma rentable para quien le encuentra uso provechoso. Esto lo que quiere decir, es que para quien tome la iniciativa de actuar, de hacer algo, cualesquiera que sean esas inversiones que selecciones habrá un retorno, un uso provechoso. Quien tiene la capacidad de ver la oportunidad y actuar y no solamente verlas pasar, tendrá y obtendrá rentabilidad de por medio.

La tercera regla habla y dice que el oro, permanece con el poseedor prudente y con quien lo invierte siguiendo los consejos de hombres sabios. Esta regla es brutal, genial. Nadie nace sabiendo todo, sino lo que debemos hacer y practicar, es preguntar, asesorarte, aprender de las experiencias de quienes ya transitaron por ahí y aprendieron.  La sugerencia del autor es que, para toda inversión, para todo aspecto distinto a lo que tu estás acostumbrado, siempre hay quién ya pasó por ahí, alguien que adquirió ya experiencia y que bien te puede ayudar y enseñar a evitar esa curva de aprendizaje que siempre hay en lo nuevo.

Por último, la cuarta regla indica que el oro escapa si se invierte sin objetivos y en empresas/proyectos dónde los temas no te son familiares. Esta recomendación va en la línea de que en donde vayas a invertir ten siempre un objetivo claro y, sobre todo, que pudieras estar familiarizado, es decir, que conozcas las reglas básicas del proyecto o inversión en el que te estás metiendo.

Ahora bien, otro ángulo y punto de vista para el artículo de hoy. En un estudio reciente elaborado por la consultora Bain & Company, se reportaron los hábitos de los mexicanos postpandemia. Los datos hablan por si solos respecto a los puntos que quiero resaltar en el capítulo de hoy de nuestro blog.

El 26% de los mexicanos encuestados, reportó que no está ahorrando. Un 20% reportó estar ahorrando menos de lo habitual y, por otra parte, también un 20% reportó estar ahorrando un poco más de los habitual. En resumen, 3 de cada 10 mexicanos, no está ahorrando y la mitad no ha podido hacerlo desde que inició la pandemia según lo reportó el diario El Economista en el mes de enero del 2022. En este mismo estudio de la consultora, 7 de cada 10 mexicanos anticipa un impacto negativo en sus finanzas personales tras la pandemia.

Probablemente, te han tocado y has pasado por situaciones adversas que te podrían haber agarrado con los dedos en la puerta como haber perdido tu trabajo, perdido tu ingreso y sin haber creado en el tiempo, un colchón como reserva para hacerle frente a la adversidad temporal que se te presentó. Los datos anteriores de la consultora soportan un poco lo que quiero compartir con ustedes: está en nosotros el que una mala etapa, una gran ola, no te agarre mal parado para poder salir de ella.

 

¿Cómo se logra?, creo yo que con el hábito de ahorrar para invertir. Para hacerlo, para dar el paso, creo que debemos tener la conciencia, reconocer lo que se tiene que hacer y reconocer que uno debe tener la educación financiera tan importante y que se enseña poco o nada en la escuela y que podrías aprender por tu cuenta.

Por lo anterior, quiero compartir una recomendación que sé se enseñó en la escuela de negocios IPADE que comenté con un exalumno y me disculpo por no saber exactamente al autor para citarlo como se debe, pero fue un profesor invitado al “programa AD”. Debemos entender que deberíamos gestionar y administrar los ingresos y gastos familiares, de la misma forma en la que se gestiona y opera una granja, me explico:

  1. Existe el ingreso recurrente, este es el símil en una granja a las vacas lecheras, de manera recurrente ahí estará, llegará ese ingreso recurrente en los tiempos y horarios programados.
  2. Por otra parte, debemos considerar siempre tener como parte del plan familiar, el equivalente a los cerditos-cochinitos que nos tomarán tiempo que ganen forma; para ello debemos alimentarlos y esto, requerirá dedicación diligente para que se pongan rechonchitos, gorditos para estar apetitosos cuando sea el momento de disfrutar. Los cochinitos deben ser para todos nosotros, las inversiones a largo plazo, esas inversiones que poco a poco se tornarán apetitosas con el paso del tiempo. Para lograrlo, deberás separar ese 10% que comentaba líneas arriba para que ese cochinito, se torne gordito con el paso del tiempo.
  3. Tercero, debemos pensar en tener reservas tipo granero, que son aquellos recursos de los que podrías echar mano, reservas para épocas de vacas flacas. En otras palabras, son recursos de los que podrías disponer en corto plazo, hacer líquido en caso de requerirse. Son inversiones que inviertes a corto plazo, con liquidez inmediata en caso de ser necesario.
  4. Finalmente, estarán los recursos destinados para tener en tu granja Pony’s, que son el equivalente a activos de lujo que deberás pensar en ellos, solamente si y solo sí, los anteriores, los tienes estructurados y resueltos. Desde mi punto de vista, estos últimos, son el equivalente a lo que, en la pirámide de Maslow o jerarquía de las necesidades humanas, se le reconoce como factores de autorrealización y valoración. Son los artículos que te hacen sentir exitoso, con ellos pareciera que puedes pertenecer o parecer. Siempre y cuando los factores básicos de seguridad (ingresos) e higiene son cubiertas, podrían pensarse en las demás como las de pertenencia, fama, atención y logro.
 

Si fuiste de las personas que, en algún momento difícil de crisis financiera, te viste en la situación que tu granja no estaba preparada para pasar una época difícil, es momento de reflexionar para no repetir los mismos errores que te hayan puesto en esa situación.  Está en nosotros mismos aprender que es un deber, no solo ahorrar sino invertir para tener esos activos (cochinitos) de forma tal que te permitan pasar las complicaciones que a veces nos llegan a todos.

Finalmente, es un hecho que en el sistema educativo del que estudiamos varios y aún prevalece hoy en día, no nos enseñaron a tener una cultura financiera. Debemos aprender a gestionar el corto y mediano plazo, y ahorrar para la vejez (largo plazo). Ahorrar e invertir, no está muy arraigado y asimilado en nosotros los mexicanos y de verdad debemos aprender por las buenas.

Para terminar este breve capítulo, me despido ahora con esta frase: “Si quieres tener un gran imperio, gobiérnate a ti mismo” (Publio Siro-escritor de la antigua Roma).

Autor:

alberto.ochoa

Alberto Ochoa

CEO de Joblab

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